CÁNCER DE PÁNCREAS Y DIETA PRO-INFLAMATORIA
El cáncer de páncreas es el duodécimo cáncer más común y el octavo en número de muertes en todo el mundo.
“Las tasas de supervivencia a 1 y 5 años son del 29% y el 7% respectivamente.”
Los factores de riesgo más determinantes incluyen síndromes o ciertas mutaciones raras, incluyendo la pancreatitis hereditaria. En cambio, los factores de riesgo más comunes para el cáncer de páncreas, incluyen pancreatitis, tabaquismo, diabetes mellitus, antecedentes familiares de cáncer de páncreas, obesidad, alto consumo de alcohol, ciertos quistes pancreáticos y tener un grupo sanguíneo no O.
Dieta y cáncer de páncreas
Existen evidencias sobre los efectos de la dieta en relación con el riesgo de padecer un cáncer de páncreas. Sin embargo, hasta el momento ningún alimento o nutriente ha mostrado una evidencia convincente. En los últimos años se ha comenzado a estudiar la dieta de un modo global. Se ha observado que una adherencia al patrón de dieta mediterránea y a un índice de dieta saludable se asocia a un menor riesgo de cáncer de páncreas. Asimismo, un estudio reciente muestra que una dieta pro-inflamatoria incrementa el riesgo de padecer cáncer de páncreas.
¿Y qué es una dieta pro-inflamatoria?
La dieta pro-inflamatoria es un tipo de dieta en la que se consumen cantidades elevadas de alimentos que están asociados a un mayor riesgo de inflamación.
“La inflamación es una respuesta del sistema inmunológico al daño celular.”
Esto predispone al cuerpo a sufrir ciertas enfermedades tales como la diabetes, las afectaciones cardíacas o incluso algunos trastornos intestinales. Así pues, el abuso de las grasas, azúcares, carbohidratos, carnes procesadas, aceites pueden producir este efecto pro-infamatorio. Además, en ocasiones la ingesta de este tipo de alimentos va acompañada de dietas pobres en consumo de frutas y verduras, alimentos con reconocido efecto anti-inflamatorio.
¿Cómo se ha estudiado la dieta pro-inflamatoria en el cáncer de páncreas?
Se ha contado con 450.112 participantes de un estudio prospectivo europeo de investigación en cáncer – EPIC, a los que se les ha realizado un seguimiento durante 14 años. Durante este período de tiempo se han identificado 1.239 casos que desarrollaron un cáncer de páncreas. El estudio del potencial inflamatorio de su dieta, que denominamos Score Inflamatorio de la dieta, se realizó a través de unas puntuaciones inflamatorias que tienen algunos alimentos, nutrientes y/o condimentos y que tienen unos valores positivos o negativos según sus efectos en el organismo. En función de la cantidad y tipo de alimentos consumidos se estimó una puntuación para cada participante del estudio. Así, para aquellas personas que tenían mayor puntuación se consideró que tenían una dieta más pro-inflamatoria y viceversa.
Tabla 1. Alimentos y nutrientes que contribuyen en el cálculo del score inflamatorio:
Conclusiones
En conclusión, una dieta pro-inflamatoria se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de páncreas. La prevención sigue siendo el objetivo clave para reducir la carga de la enfermedad. Se necesitan más estudios que estimen el potencial inflamatorio de la dieta con muestras de gran tamaño. Así, se podrá evaluar también esta dieta en individuos con factores de riesgo, como la obesidad y el tabaco, para tener resultados más concluyentes. Dada la baja tasa de supervivencia de este tipo de cáncer, fomentar los hábitos y estilo de vida saludable es esencial para poder prevenirlo.
Paula Jakszyn
Unidad de Nutrición y Cáncer
Institut Català d’Oncologia
Referencias
- Bray F, Ferlay J, Soerjomataram I, et al (2018). Global cancer statistics 2018: GLOBOCAN estimates of incidence and mortality worldwide for 36 cancers in 185 countries. CA Cancer J Clin ;68(6):394-424.
- World Cancer Research Fund/American Institute for Cancer Research. Diet, Nutrition, Physical Activity and Cancer: a Global Perspective. Continuous Update Project Expert Report 2018.15;136: E359-86.
- Rawla P, Sunkara T, Gaduputi V (2019). Epidemiology of Pancreatic Cancer: Global Trends, Etiology and Risk Factors. World J Oncol; 10(1):10-27.
- Maisonneuve P, (2019). Epidemiology and burden of pancreatic cancer. Presse Med;48(3 Pt 2):e113-e123.
- https://www.wcrf.org/wpcontent/uploads/2021/02/pancreatic-cancer-report.pdf
- Naudin S, Viallon V, Hashim D, et al. Healthy lifestyle and the risk of pancreatic cancer in the EPIC study. Eur J Epidemiol. 2020 Oct;35(10):975-986.
- Molina-Montes E, Sánchez MJ, Buckland G, et al. Mediterranean diet and risk of pancreatic cancer in the European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition cohort. Br J Cancer. 2017 Mar 14;116(6):811-820.
- Cayssials V, Buckland G, Crous-Bou M, et al. Inflammatory potential of diet and pancreatic cancer risk in the EPIC study. Eur J Nutr. 2022 Jan 29.
MUESTRAS DE ORINA Y CÁNCER GINECOLÓGICO
CÁNCER DE PÁNCREAS Y DIETA PRO-INFLAMATORIA
El cáncer de páncreas es el duodécimo cáncer más común y el octavo en número de muertes en todo el mundo.
Los factores de riesgo más determinantes incluyen síndromes o ciertas mutaciones raras, incluyendo la pancreatitis hereditaria. En cambio, los factores de riesgo más comunes para el cáncer de páncreas, incluyen pancreatitis, tabaquismo, diabetes mellitus, antecedentes familiares de cáncer de páncreas, obesidad, alto consumo de alcohol, ciertos quistes pancreáticos y tener un grupo sanguíneo no O.
Dieta y cáncer de páncreas
Existen evidencias sobre los efectos de la dieta en relación con el riesgo de padecer un cáncer de páncreas. Sin embargo, hasta el momento ningún alimento o nutriente ha mostrado una evidencia convincente. En los últimos años se ha comenzado a estudiar la dieta de un modo global. Se ha observado que una adherencia al patrón de dieta mediterránea y a un índice de dieta saludable se asocia a un menor riesgo de cáncer de páncreas. Asimismo, un estudio reciente muestra que una dieta pro-inflamatoria incrementa el riesgo de padecer cáncer de páncreas.
¿Y qué es una dieta pro-inflamatoria?
La dieta pro-inflamatoria es un tipo de dieta en la que se consumen cantidades elevadas de alimentos que están asociados a un mayor riesgo de inflamación.
Esto predispone al cuerpo a sufrir ciertas enfermedades tales como la diabetes, las afectaciones cardíacas o incluso algunos trastornos intestinales. Así pues, el abuso de las grasas, azúcares, carbohidratos, carnes procesadas, aceites pueden producir este efecto pro-infamatorio. Además, en ocasiones la ingesta de este tipo de alimentos va acompañada de dietas pobres en consumo de frutas y verduras, alimentos con reconocido efecto anti-inflamatorio.
¿Cómo se ha estudiado la dieta pro-inflamatoria en el cáncer de páncreas?
Se ha contado con 450.112 participantes de un estudio prospectivo europeo de investigación en cáncer – EPIC, a los que se les ha realizado un seguimiento durante 14 años. Durante este período de tiempo se han identificado 1.239 casos que desarrollaron un cáncer de páncreas. El estudio del potencial inflamatorio de su dieta, que denominamos Score Inflamatorio de la dieta, se realizó a través de unas puntuaciones inflamatorias que tienen algunos alimentos, nutrientes y/o condimentos y que tienen unos valores positivos o negativos según sus efectos en el organismo. En función de la cantidad y tipo de alimentos consumidos se estimó una puntuación para cada participante del estudio. Así, para aquellas personas que tenían mayor puntuación se consideró que tenían una dieta más pro-inflamatoria y viceversa.
Tabla 1. Alimentos y nutrientes que contribuyen en el cálculo del score inflamatorio:
Conclusiones
En conclusión, una dieta pro-inflamatoria se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de páncreas. La prevención sigue siendo el objetivo clave para reducir la carga de la enfermedad. Se necesitan más estudios que estimen el potencial inflamatorio de la dieta con muestras de gran tamaño. Así, se podrá evaluar también esta dieta en individuos con factores de riesgo, como la obesidad y el tabaco, para tener resultados más concluyentes. Dada la baja tasa de supervivencia de este tipo de cáncer, fomentar los hábitos y estilo de vida saludable es esencial para poder prevenirlo.
Paula Jakszyn
Unidad de Nutrición y Cáncer
Institut Català d’Oncologia
Referencias