¿Por qué hay que hacerse mamografías?

El cribado o tamizaje del cáncer de mama consiste en hacer una prueba a una mujer aparentemente sana buscando detectar la enfermedad en una fase temprana. Con la detección precoz se persigue facilitar el tratamiento y reducir el número de muertes causadas por la enfermedad.

Todos los cribados deben cumplir una serie de premisas para poder recomendarse y este no es una excepción:
• El cáncer de mama es una enfermedad muy frecuente. El tumor más frecuente en mujeres.
• Es detectable antes de que aparezcan los primeros síntomas.
• El tratamiento de un cáncer detectado en fase precoz mejora el pronóstico de la enfermedad y en general es menos agresivo.
• Hace tiempo que se demostró que el cribado reduce las muertes causadas por el cáncer de mama.
• Existe una prueba válida, segura, fiable y bien aceptada por la población.

La prueba que se utiliza es la mamografía, que es una radiografía de las mamas. Actualmente, es la única que ha demostrado ser útil para reducir la mortalidad por cáncer de mama en la población general.

¿El beneficio del cribado de cáncer de mama con mamografías es igual para todas?

En las mujeres sin factores de riesgo el beneficio depende de la edad. Hay suficiente evidencia de que las mamografías son efectivas para reducir la mortalidad por cáncer de mama en mujeres entre 50 y 69 años. En muchos países existen programas que invitan a todas las mujeres de esa edad a hacerse una mamografía cada dos años. Las mujeres que participan reducen la probabilidad de morir por cáncer de mama en un 40%. Dicho de otra manera: “de cada 1000 mujeres que se hacen mamografías de forma regular en este grupo de edad se evitan 5 muertes por cáncer de mama”.

La evidencia científica sobre la utilidad de las mamografías de cribado no es tan consistente en las mujeres de 40 a 49 años y la reducción de la mortalidad también es menor. Una de las explicaciones es la evolución de la mama con la edad. En las mujeres jóvenes la mama es muy densa y con el tiempo va volviéndose más grasa. La sensibilidad de la mamografía es menor en mamas densas, por lo tanto, la utilidad como prueba de cribado es menor cuanto más joven es la mujer.

El cribado también ha demostrado su efectividad en mujeres de 70 a 74 años y en algunos países los programas poblacionales han comenzado a invitar a estas mujeres.

¿El cribado de cáncer de mama tiene algún efecto adverso?

La mamografía es una prueba mínimamente invasiva. Es cierto que algunas mujeres pueden sentir dolor por la compresión de la mama, cosa imprescindible para obtener imágenes de buena calidad. Sin embargo, este dolor es tolerable y además muy breve, ya que apenas dura unos segundos. Algunas mujeres también pueden sufrir estrés también durante el proceso, sobre todo cuando se necesita algún estudio complementario a la mamografía para descartar un cáncer. Finalmente, aunque se irradia la mama la cantidad recibida es mínima.

Existen cánceres que crecen con extraordinaria lentitud, algunos incluso pueden detener su evolución. Este tipo de tumores nunca habrían llegado a dar síntomas o a poner en riesgo la vida de la mujer. Sin embargo, pueden ser detectados por la mamografía.

Actualmente no se puede saber que cáncer progresará rápidamente y cual no, por lo que una vez detectados el tratamiento es el mismo. A este efecto del cribado se le conoce como sobrediagnóstico o sobretratamiento.

Por cada 1.000 mujeres que se hacen mamografías de forma regular cada 2 años entre los 50 y los 69 años, entre 5 y 10 mujeres pueden ser diagnosticadas de un cáncer o de una lesión precancerosa que nunca habría puesto en peligro su vida.

¿Cuál es la recomendación final?

El cribado de cáncer de mama se recomienda a todas las mujeres de 50 a 69 años. Aunque se aconseja informar del beneficio y el riesgo para que cada mujer pueda tomar su propia decisión en base a sus valores personales. Esta recomendación podría ampliarse hasta los 74 años en un futuro próximo.

En las mujeres más jóvenes y sin factores de riesgo se considera que el beneficio aportado por el cribado no supera sus efectos adversos y no se recomienda de forma generalizada. En cambio, si se aconseja el cribado a las mujeres de alto riesgo.

Son factores de riesgo de cáncer de mama:

  • Antecedentes familiares de cáncer de mama u ovario.
  • Antecedentes personales de cáncer o lesiones precancerosas en la mama.
  • Antecedentes de radioterapia sobre el tórax.

CARMEN VIDAL LANCIS

Institut Català d’Oncologia

Referencias:
– Breast Cancer Screening. Lyon France. IARC Handbooks of Cancer Prevention (Volume 15)., 2016
– Información del programa de cribado de cáncer de mama de Cataluña

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