Trabajar de noche: ¿qué impacto tiene en el cáncer?
La melatonina y el ritmo circadiano
La melatonina es una hormona secretada por la glándula pineal (situada en el cerebro) que controla el ciclo diario del sueño.
Las concentraciones de esta hormona fluctúan a lo largo del día: son más altas por la noche y sus niveles bajan durante el día.
Sin embargo, las fluctuaciones de la melatonina se pueden alterar en las personas que trabajan de noche. El pico de melatonina se suele producir en estos trabajadores con menor intensidad y más tarde que en los trabajadores de día.
El pico de la hormona melatonina es de menor intensidad en los trabajadores de noche comparados con los de día.
Turnos de noche y cáncer
El efecto del trabajo en turno de noche con relación al cáncer, sobretodo el de mama, ha comenzado a interesar tanto a la comunidad científica como a la sociedad.
Esto es porque el trabajo en turnos rotativos o de noche es bastante común: afecta a un 20% o más de la población en países industrializados.
En el 2007, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) concluyó que «el trabajo por turnos que implica la disrupción circadiana es probablemente carcinógeno para los seres humanos» (grupo 2A).
¿Qué significa esto?
Significa que hay evidencia de que el trabajo por turnos podría influir en el riesgo de cáncer, aunque se necesita investigar más para llegar a una conclusión más firme.
Según la IARC existe evidencia suficiente en estudios en animales, pero no en humanos.
El estudio del impacto del turno de noche en estudios epidemiológicos es más complicado de lo que parece, ya que existen problemas en su definición, en controlar bien los factores de confusión, así como en la generalización de los hallazgos encontrados en una profesión específica (como las enfermeras o el personal de vuelo) a toda la población.
Foto por Jordi Gálvez.
Tras la evaluación de la IARC, se han publicado varios estudios que amplían nuestro conocimiento del posible impacto del trabajo nocturno en el cáncer de mama.
La evidencia del posible impacto del turno de noche parece más fuerte para el cáncer de mama, aunque el riesgo de cáncer de próstata, colorrectal y leucemia linfática crónica también podría aumentar por el trabajo por turnos, aunque los estudios en humanos son aún escasos.
En tres de cuatro meta-análisis (es decir, estudios que resumen y analizan los datos de un conjunto de estudios) se concluyó que el riesgo de cáncer de mama aumentaba en las trabajadoras con turno de noche, mientras que el otro meta-análisis fue negativo.
El incremento en el riesgo no es muy alto, pero hay que considerar que el cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres, y el trabajo en turnos también es frecuente en mujeres.
Aparte de en el riesgo de cáncer, el trabajo de noche puede tener otros efectos en la salud. Los efectos a corto plazo son relativamente fáciles de estudiar y existe evidencia bastante consistente que el trabajo por turnos aumenta la fatiga y el riesgo de lesiones y disminuye la calidad de vida. Sin embargo, los posibles efectos a largo plazo –como efectos adversos en el embarazo, enfermedades coronarias, diabetes, obesidad, trastornos gastrointestinales, etc – son actualmente menos claros.
Según la evidencia experimental, hay diferentes mecanismos que podrían explicar cómo podría ejercer su efecto el trabajo por turnos:
- Disminución de la producción de melatonina.
- Alteración de la función inmune y/o endocrina.
- Desfase entre ritmos de sueño y vigilia con otros ritmos como el de la digestión.
- Cambios en los factores de estilo de vida como el consumo de tabaco o alcohol, la dieta, o la actividad física.
- Disminución de la producción de vitamina D.
El cronotipo: ¿eres alondra, búho o colibrí?
El cronotipo es un atributo humano de base genética que refleja las preferencias y rendimiento de las personas respecto al ritmo circadiano.
Los científicos utilizan un símil relacionado con las aves para clasificar a las personas en:
- matutinas (alondras)
- vespertinas (búhos)
- ni diurnas ni nocturnas (colibrís).
Con este cuestionario puedes saber qué cronotipo tienes. Por ejemplo, según este cuestionario los autores de este post somos colibríes, aunque nos falta casi 1 hora (Laura) y 30 minutos (Manolis) de sueño cada día.
Se sospecha que el cronotipo puede influir en la relación entre los turnos de noche y la salud. Las personas con un patrón vespertino podrían adaptarse mejor a los turnos de noche permanentes (aunque no rotativos), y por tanto podrían tener menor riesgo de cáncer, aunque esto es un área de investigación aún incipiente.
¿Qué podemos hacer para mitigar los efectos del turno de noche?
La eliminación de los turnos de noche es prácticamente imposible debido a las necesidades de la sociedad (por ejemplo, la asistencia sanitaria las 24h del día). Por ello, es importante identificar e implementar sistemas de turnos que minimicen la disrupción circadiana.
Hay varias medidas que se pueden aplicar para disminuir el posible impacto negativo de los turnos de noche, aunque la evidencia científica en ocasiones es escasa.
Recuerda que lo más importante para prevenir el cáncer es seguir estos 10 consejos en tu día a día. De poco sirve tomar otras medidas si, por ejemplo, no dejas de fumar, ya que ésta es la mayor causa de cáncer.
Parece que los turnos rotativos que son para “adelante”, es decir, mañana–>tarde–>noche son mejores que los que son para “atrás” (noche–>tarde–>mañana). Además se recomiendan turnos cortos, con pocas noches consecutivas (sólo 1 o 2), para favorecer la readaptación al ritmo diurno (aunque hay estudios contradictorios en este tema). También se puede echar una siesta la tarde del primer turno de noche para facilitar la adaptación, así como la última noche del turno.
De momento, no se recomienda realizar mamografías extras a las trabajadoras de noche, ya que los efectos secundarios de estas pruebas superarían los posibles beneficios.
Tampoco se puede recomendar aún el uso de suplementos de melatonina, ya que aunque existe algún resultado esperanzador, aún faltan ensayos clínicos que demuestren su eficacia y sus efectos negativos potenciales a largo plazo.
Como la mayoría de estudios encuentran riesgos incrementados de cáncer con la exposición prolongada (de más de 20 años) a turnos de noche, una futura acción preventiva, si se confirma este patrón, podría ser limitar el número total de años que se pueden trabajar en turno de noche.
Existen otras medidas que podrían ayudar a mantener la secreción de melatonina, como por ejemplo reducir la cantidad de luz de las salas cuando el turno es rotativo o aumentar el brillo de la luz en turnos permanentes (para facilitar la adaptación), o incluso volver a casa con gafas de sol. Sin embargo, se necesitan aún más estudios mecanísticos para poder hacer estas recomendaciones.
ISGlobal
Institut Català d’Oncologia /IDIBELL
Referencias
International Agency for research on Cancer. Painting, firefighting and shift work. Lyon: IARC; 2010. p. 9–764.
Fritschi L. Shift work and cancer. BMJ 2009;339:b2653.
Bonde JP et al. Work at night and breast cancer – report on evidence-based options for preventive actions. Scand J Work Environ Health 2012;38(4):380-390.