La actividad física en la prevención del cáncer

La actividad física practicada de forma regular  puede prevenir la aparición de distintos tipos de cáncer. Dado que la actividad física es una medida sencilla y accesible para prevenir el cáncer, te animamos a que la practiques, y en este post te explicaremos su importancia como arma para la prevención del cáncer.

Se considera como actividad física cualquier movimiento corporal producido por contracciones músculo-esqueléticas que genera un gasto de energía. Aunque no sean exactamente lo mismo, ejercicio y actividad física se utilizan como sinónimos. Según datos recientes entre el 35% y el 40% de la población adulta en España no realiza actividad física alguna en su tiempo libre, y aproximadamente dos tercios (66%) tiene un nivel de actividad física insuficiente.

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Fuente: http://pixabay.com/es/

 

Tipos de actividad física

a) Según el ámbito en que se realice:

  • actividad física ocupacional: energía gastada en el trabajo.
  • actividad física doméstica: las tareas domésticas y de jardinería.
  • actividad durante el tiempo libre, que incluye tanto la de tipo recreativo (actividad no organizada como caminar o pasear en bicicleta) como la de carácter deportivo, en equipo o individual (incluyendo la realizada en un gimnasio).

b) Según la intensidad , referida como el nivel de esfuerzo de la actividad física:

  • actividad física leve: incluye los quehaceres de la casa, ir de compras o la jardinería.
  • actividad física moderada: actividades que requieren un esfuerzo similar al necesario cuando se camina enérgicamente (aproximadamente 5 km/hora).
  • actividad física vigorosa: actividades que implican los grupos musculares mayores, lo que resulta en un aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria y de la transpiración corporal.

 

¿Por qué la actividad física puede influir en la aparición o prevención de cáncer?

Se ha demostrado que el ejercicio físico provoca una reducción de los niveles de algunas hormonas como los estrógenos y los andrógenos. El ejercicio y la actividad física también se relacionan con una menor concentración de insulina en sangre. Por otra parte, la actividad física reduce la inflamación crónica caracterizada por niveles altos de substancias pro-inflamatorias como las interleucinas. La actividad conjunta de estos factores (alteración hormonal, resistencia a la insulina e inflamación crónica) puede alterar el proceso de proliferación y control de las células, y en último término puede resultar en el desarrollo de un tumor maligno.

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Fuente: http://pixabay.com/es/

 

 

¿Qué tumores pueden prevenirse mediante la actividad física?

Si bien la práctica regular de ejercicio es un hábito saludable y es una de las recomendaciones generales para la prevención del cáncer, los tumores en los que de forma fehaciente se ha demostrado un efecto beneficioso de la actividad física son los siguientes:

  • cánceres de colon y recto: la actividad física en el tiempo libre (actividades recreativas) durante al menos 30 minutos al día reduce un 12% el riesgo de cáncer colo-rectal. El efecto parece ser mayor en los tumores localizados en el colon que en los localizados en el recto. La mayoría de investigaciones recientes sugieren que para reducir de forma significativa el riesgo de cáncer de colon se necesita realizar actividad física en el tiempo libre, de nivel moderado, durante 30 a 60 minutos al día.
  • cáncer de mama: de forma análoga al cáncer de colon, parece ser que para reducir el riesgo de cáncer de mama se requiere una actividad física de intensidad moderada de entre 4 y 7 horas semanales. La práctica de ejercicio de intensidad moderada durante 4 horas semanales disminuye el riesgo de cáncer de mama en aproximadamente el 6%, en mujeres post-menopáusicas. El efecto beneficioso de la actividad física frente al cáncer de mama parece ser menor en las mujeres pre-menopáusicas.
  • cáncer de endometrio (matriz): aunque los estudios disponibles no permiten cuantificar la reducción del riesgo de forma precisa como se ha hecho para los tumores de colon o mama, se estima que el riesgo de cáncer de endometrio se reduce aproximadamente el 25% al comparar las mujeres activas respecto a las inactivas.

Aunque hay estudios que sugieren que la actividad física podría ejercer cierto efecto protector en otros tipos de cáncer como el de páncreas, próstata, pulmón, y algunos tipos de cánceres  del esófago y el estómago, la evidencia científica es aún insuficiente para afirmar que la actividad física previene la aparición de cáncer en estos órganos.

 

Antonio Agudo 

Institut Català d’Oncologia

 

 

Información adicional:

http://www.wcrf.org/int/cancer-facts-figures/link-between-lifestyle-cancer-risk/physical-activity

http://www.wcrf.org/sites/default/files/Obesity-physical-activity-and-cancer-infographic.pdf

http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs385/es/

http://www.cancer.org/espanol/salud/guiasparaunavidasaludable/nutricion/guias-de-la-sociedad-americana-contra-el-cancer-sobre-nutricion-y-actividad-fisica-para-la-prevencion-del-cancer-summary

 

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