Agua de consumo y cáncer: ¿existe un riesgo?
El agua es vida.
El agua contiene compuestos de manera natural, la mayoría de los cuales son inocuos para la salud. Sin embargo, en determinadas circunstancias el agua puede contener sustancias químicas que suponen un riesgo para la salud.
¿Cuál es el origen de los contaminantes del agua?
Las actividades humanas son el principal causante de la contaminación de las aguas a través de:
- la industria,
- agricultura,
- uso doméstico del agua (por ejemplo restos farmacéuticos en aguas residuales),
- potabilización del agua, etc.
Sin embargo, en algunos casos el origen de los contaminantes puede ser natural.
Por ejemplo:
– En algunos lugares del planeta, como Bangladesh, el agua de pozo contiene arsénico, que se encuentran de manera natural en los minerales de las formaciones geológicas por donde circula el agua subterránea.
– De manera similar, el flúor se encuentra elevado de forma natural en algunas regiones de África (valle del Rift). Eso no significa que el flúor sea necesariamente perjudicial (en cantidades no excesivas), y por ejemplo en ocasiones se realiza la fluoración del agua para prevenir la caries dental.
¿Qué calidad tiene el agua que consumimos?
El agua de consumo ha de cumplir unos controles de calidad que garantizan que el agua de consumo que llega a nuestros grifos sea segura.
Para España, podéis consultar la ley que regula la calidad del agua de consumo aquí. El sistema nacional de aguas de consumo (SINAC) publica informes con los resultados de los distintos contaminantes en el agua. Para otros países, esta información se encuentra generalmente en páginas web oficiales del gobierno.
El agua de consumo puede ser también de pozos privados o embotellada. Hay que saber que el agua de pozos privados no está sometida a los controles sanitarios como el agua de red, y el agua embotellada tiene una legislación diferente, y la cantidad de parámetros analizados es menor.
¿Cómo se realizan los estudios?
Para aumentar el conocimiento científico sobre los contaminantes del agua y la salud, realizamos estudios epidemiológicos.
En estos estudios se recoge información sobre:
- el agua consumida entre la población (por ejemplo dónde la consume, qué tipo consume, si es agua del grifo, de un pozo, embotellada, etc)
- y los niveles de los distintos contaminantes en el agua de las zonas de estudio.
Cuando se combinan ambos tipos de información, se puede estimar el riesgo de desarrollar una enfermedad en función de los niveles del contaminante en cuestión, teniendo en cuenta otros factores que podrían estar relacionados.
Hay que decir que un sólo estudio no demuestra en ningún caso que el contaminante sea causa del cáncer (lo que llamamos asociación causal), sino que deben existir otros factores, y además, que varios estudios repetidos apunten en la misma dirección consistentemente.
¿Qué se sabe de los contaminantes del agua en relación al cáncer?
Sobre el arsénico…
De todas las sustancias químicas que pueden estar presentes en el agua de consumo, sólo el arsénico es considerado de manera concluyente como cancerígeno.
El arsénico se encuentra de forma natural en concentraciones elevadas en algunos lugares del planeta como Bangladesh y Taiwán, donde la exposición crónica puede causar cáncer de pulmón, vejiga y piel, entre otras enfermedades. En otros países, como por ejemplo España, los niveles en agua de consumo son generalmente muy bajos y no representan en absoluto ningún riesgo para la salud.
Además del agua, otra vía de exposición al arsénico es el tabaco, ya que las plantas de tabaco absorben el arsénico del suelo.
Sobre el nitrato…
El nitrato puede estar presente en el agua de consumo como resultado del uso de fertilizantes en agricultura y residuos ganaderos. El nitrato en sí mismo no es cancerígeno (no produce cáncer), pero una vez en el organismo se metaboliza y puede originar sustancias como las nitrosaminas, que sí son cancerígenas.
Algunos estudios han relacionado el nitrato en agua de consumo con algunos tipos de cáncer pero los resultados son contradictorios, y en general no se considera que debamos preocuparnos.
La investigación del nitrato en agua es compleja, ya que implica una activación metabólica difícil de evaluar y está modulada por múltiples factores como la ingestión de vitaminas y la presencia de algunas infecciones.
Además, la dieta es una vía de ingestión de nitrato frecuentemente más importante que el agua. Esto es porque varios alimentos lo pueden contener de forma natural, como algunas verduras de hoja verde, carnes, embutidos, etc.
Sobre los subproductos de la desinfección…
Los subproductos de la desinfección se forman por la desinfección o potabilización del agua. Por ello, representan una exposición ambiental ubicua, ya que el agua de suministro público necesita ser desinfectada para eliminar microorganismos patógenos que pueden causar brotes de enfermedades infecciosas importantes.
Los subproductos de la desinfección más conocidos son los trihalometanos, pero hay centenares de supbroductos y el nivel de trihalometanos se suele interpretar como un indicador de la carga total de subproductos de la desinfección.
La exposición crónica durante décadas a concentraciones elevadas de trihalometanos se ha relacionado con cáncer de vejiga, aunque todavía no se ha aceptado concluyentemente por la comunidad científica.
Las regulaciones son importantes en relación a los niveles de estas sustancias y por ejemplo, en España los niveles han bajado notablemente desde 2003, a partir de la legislación que regula la calidad de las aguas de consumo.
Sobre otros contaminantes del agua…
Flúor. El origen del flúor puede ser natural o antropogénico (añadido por el hombre), ya que algunos países añaden flúor en el tratamiento del agua para prevenir la caries. Algunos estudios han evaluado la relación entre flúor en agua y cáncer de huesos (osteosarcoma) pero metodológicamente tienen limitaciones y la evidencia científica es inadecuada.
Microcistina-LR. La microcistina-LR es una toxina producida por algas verdes (cianotoxinas) que proliferan en situaciones de eutrofización (esto es la abundancia de organismos y nutrientes en el agua). La microcistina-LR es altamente tóxica, pero muy pocos estudios han evaluado el potencial cancerígeno. Afortunadamente es poco habitual y en los pocos casos que se da se trata de un problema puntual. Además puede ser eliminada por algunos tratamientos de potabilización.
Otros contaminantes químicos pueden estar presentes en el agua de consumo, pero han sido muy poco estudiados en relación a su posible relación con cáncer.
¿Qué podemos hacer las personas?
Primero hay que tener en cuenta que la evidencia global señala que el agua de consumo en países como España es muy segura.
Si existen dudas sobre la calidad del agua de consumo, las personas deberían poder informarse en la autoridad sanitaria pertinente, normalmente los ayuntamientos, y solicitar los análisis del agua.
Las medidas individuales, como por ejemplo cambiar hábitos o beber otro tipo de agua, no evitan nuestra exposición a ciertos químicos. El uso de agua embotellada no es una solución, ya que algunos contaminantes son volátiles (se pueden inhalar fácilmente) y permeables a la piel (como los trihalometanos), donde la ducha, el baño, fregar platos, etc. son vías importantes de exposición. Además, en el agua embotellada también se pueden encontrar otros contaminantes. Los filtros domésticos (jarras filtrantes, osmosis inversa, etc.) requieren de un mantenimiento adecuado, y no hay estudios concluyentes para recomendar su uso generalizado.
Con la evidencia disponible podemos decir que nuestra agua de consumo es segura. Sin embargo, debemos seguir siempre investigando y como ciudadanos exigir que el agua de consumo cumpla con la normativa.
Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental